Por: Victoriano Reyes Covarrubias.
En diversos campos esta lucha
toma caracteres de una verdadera enfermedad. Una comparación exacta puede
hacerse con lo que ocurre en el futbol cuando no hay espíritu de superación
legítima, sino un “progreso por estancamiento”, aunque este concepto parezca
para muchos un contrasentido. Calculamos el punto débil del contrincante, como
en el boxeo, para derribarlo. Pero ¿Dónde está el progreso genuino? No existe,
porque la superación se ha buscado en la conservación de la posición, a menudo
mediocre, y no en cambiarla por otra mejor. Hacer impacto en la debilidad ajena
para ponernos sobre los demás, conduce solamente a la victoria egoísta. Un
militar dirá lo contrario, porque el triunfo de una campaña estriba en buscar
los puntos débiles del enemigo.
En la convivencia humana esto nos
parece reprobable, pues el progreso es nulo. El celo profesional, por ejemplo
nos dice a las claras que la “superación” que se consigue es, en gran parte, a
expensas de la falla o debilidad ajenas.
En una reciente convención en
Toronto, en la que se discutieron los problemas de la psiquiatría moderna, El Dr.
Chrunke dijo que hasta los psiquiatras se comportan tan mal como sus pacientes…
La “guerrilla” entre los miembros de una misma
profesión, por celo profesional, es cosa muy antigua. Las armas no se han
gastado.
Por el contrario, están cada día
mas punzantes y se han descubierto otras nuevas para poder lograr la victoria
fácil… esa victoria que tiene laureles de cartón, en una justa en el que el
vencedor está siempre en el mismo nivel real, es una justa en la que el
vencedor está siempre en el mismo nivel real pero sobre los demás. Debido al
hundimiento del semejante. En las diversas profesiones son muy pocos los que
logran la superación legitima, respetando la posición ajena. Es que esta superación “bona fide” se consigue con
estudio y dedicación y no con el simple
celo profesional, que en la mayoría de los casos cae en el desesperante
“progreso por estancamiento”
Recopilación de: Alejandro Glade R. / escrito por: Victoriano Reyes Covarrubias.