sábado, 23 de abril de 2016

Dumping de esqueletos…


V. R.C.
Hombres de ciencia soviéticos han descubierto millones de esqueletos de dinosaurios en una región muy apartada de la Mongolia. La noticia es desconcertante, porque en el mundo había un par de docenas de estos armazones de huesos, reunidos y cuidados con muchos sacrificios personales y monetarios.

Después de este verdadero dumping de esqueletos de dinosaurios con que nos amenazan los rusos – al igual que el trigo hace algunos años – no podemos menos que pensar en la consecuencia que tendrá el descubrimiento de tan enorme cantidad de huesos. Es evidente que hay que desenterrarlos, pero con unas pocas palas mecánicas el problema será resuelto. El cementerio dinosáurico está circunscrito según los cientistas andariegos, a un antiguo lecho de río lo que hace suponer una costumbre igual que la de los elefantes salvajes que eligen un sitio para morir.

El personaje puesto por Jenaro Prieto en “Un muerto de mal criterio” habría sufrido una gran alegría al saber de la huesera mongólica de reptiles. Hay ahora un stock para elegir toda clase de huesos, sin necesidad de recurrir a la reconstrucción de la talla dinosáurica con la ayuda del yeso. Los grandes esqueletos que se exhiben en los museos – valuados enalzadas sumas – perderán ahora su valor ante la oferta de huesos que surge desde la Mongolia. ¿Qué utilidad se dará a ese cementerio de reptiles fósiles?

Los rusos están necesitados de divisas, y con seguridad comenzarán a exportar la materia prima a destajo. El hueso como abono es cosa admitida; como alimento para aves, también; la fabricación de peinetas de hueso volverá por sus fueros, y hasta me atrevería a pensar en la iniciación de una industria, para la exportación las substancias rusas tan famosas como los pasteles de Tobolsk, que halagaron el paladar de un Rasputín.

Otro aspecto del descubrimiento de esqueletos de reptiles fósiles de las épocas jurásica y cretácea Inferior, es que la abundancia  va a producir la popularidad de unos esqueletos que antes  se consideraban joyas por lo escasos. El hueso de dinosaurio se hará popular como la marmolina, el carey y el nylon, pero no tan común como el hueso de gallina… sobre todo entre nosotros, aunque se desee construir un matadero modelo para aves…

Podríamos haber esperado del Extremo Oriente un yacimiento de huesos de dragones, pero los estudios que se han hecho dan por tierra con el emblema de los chinos. El dragón es de la fantasía y de los trajes orientales. Posiblemente en la vida real tuvo su equivalente en un pájaro grande antediluviano o un reptil alado, cuyos huesos se perdieron.

Los fenómenos extraordinarios que presentan a veces los reinos vegetal o animal tienen el privilegio de cautivar la imaginación de los hombres. Y las excavaciones revelan cada día sorpresas inauditas. ¿No es acaso desconcertante que al excavar tierras milenarias, para sacar a luz la tumba de San Pedro, se  descubra, en cambio, la tumba de un pagano, con un despreciativo epitafio para el Más Allá?

Los cientistas en la Mongolia buscaban cierto mineral preciado hoy día en el mundo… y encontraron huesos, montones de huesos de dinosaurios, cuya historia interesa a muy pocos, pero, su aplicación, a muchos.



Recopilación por: Alejandro Glade R. / Escrito por: Victoriano Reyes Covarrubias.

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