jueves, 24 de septiembre de 2015

Luz Montessoriana

 Las Ultimas Noticias, Jueves  8 de Mayo de 1952


Maria Montessori Stoppani
      Después de saturarse de los escritos pedagógicos de Itard y de Seguin, María Montessori, la ilustre doctora italiana que inventó un sistema educacional, quedó convencida de que la pedagogía debía unirse a la medicina. Y así continuó por su noble camino, dando todo lo que tenía a la misión de su vida. Se impuso una tarea difícil desde 1909, después de sus experiencias en las Casas del Niño, lo que hizo que Enseñat, en 1915, dijera en una de sus obras que desde Froebel  y  Pestalozzi no se había visto en el campo de la pedagogía un genio que llamara tanto la atención de los educadores.

El sistema de la Montessori incluye, entre otras cosas la enseñanza de la escritura por el tacto antes que por la vista, pues los niños aprenden a escribir dirigiendo su dedo en el sentido de la escritura, por el borde de las letras en relieve y repiten el ejercicio con los ojos cerrados. Todos los que se interesan en la enseñanza deben también palpar los contornos de la obra montessoriana que abarca la sala de clases y el  hogar. Y con los ojos cerrados también pueden repetir el lema de “el niño, factor principal de su propia educación”.

Fue un sistema revolucionario. En Europa y América hay escuelas inspiradas en su “Método de la Pedagogía Científica”, convencidas de que la educación es arte y ciencia, sobre todo en el descubrimiento de los  primeros hábitos para marcar nuevos rumbos en la obra de educación.

La doctora Montessori, a través de toda su obra, tuvo un instinto maternal único, lo que le sirvió mucho para sondear inequívocamente los  problemas infantiles. Este instinto no puede eliminarse, aunque se diga en esta época de materiales plásticos que un autómata, con barniz de piel, puede albergar ese instinto sintético. El sentido verdaderamente humano la compresión individual, para extenderla luego en el plano colectivo, es lo básico en la enseñanza de los niños. María Montessori sostuvo hasta  su muerte, que la enseñanza no es la aplicación de una teoría más o menos bien razonada, sino “un arte que se inspira constantemente en muchas ciencias a la vez”. Si esas ciencias progresan también debe progresar el método de enseñanza. Las “herramientas” intelectuales de esta doctora y maestra fueron la antropología y la pedagogía psicológica.


La obra montessoriana está constituida por métodos instructivos y educativos; material de enseñanza y la libertad del alumno, como principio fundamental. Es posible que esto sea combatido desde ciertas trincheras pedagógicas, pero en el mundo está encendida, desde hace tiempo una brillante luz, un desvelo para auscultar, con miras constructivas, el alma de los niños en su primera enseñanza.


Recopilación por: Alejandro Glade R.


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