sábado, 8 de agosto de 2015

Música Extraña.

                                       Por: Victoriano Reyes Covarrubias.

 La música de la nariz no es la producida por el resfriado. Y aunque nos parezca extravagante, el compositor  Tiomkin ha escrito una sinfonía para piano y orquesta,  tomando como tema la nariz. El vulgar apéndice no está colgado del pentagrama para risa de las gentes, sino para despertar la delicadeza emocional.

Cyrano
Esto de la nariz se ha puesto de moda con las modernas versiones cinescas del Cyrano. El Dr. Harold Holden ha escrito un libro acerca  de la nariz en fisiología, psicología, arte, teatro y folklore. Después de  la lectura de sus páginas se siente un gran cariño por el apéndice nasal y dan deseos de poseer varios de ellos. ¿Acaso la famosa Claudette  Colbert no agradece a su nariz el haber conocido al médico que hoy es su marido? Jimmy Durante aseguró su espolón a igual que el difunto Fields su asombrosa “papa irlandesa” .Bob Hope, cuando estuvo en Chile, declaró que su nariz de ski le había dado sus mejores triunfos artísticos. ¿Qué de extraño tiene, entonces, una composición musical a base del apéndice en cuestión?

El lado emocional está en la reacción psicológica que se experimenta ante las formas nasales. Un amigo, hace algunos años, se convenció de que a su hija había que cambiarle este apéndice. Acudió al experto en cirugía estética, un verdadero Fidias de la carne humana, y éste,  a su vez, convenció a la niña, la que ahora es otra en lo físico y en lo moral. El padre de la transformada sufrió también un cambio fundamental. A menudo repetía el acorde mental de su sinfonía de progenitor: “Parece que tuviera otra hija”. Y luego seguía con una serie de arreglos emocionales. La niña, por su parte, llevaba, de repente, un contra canto mezclado con la melodía vital de su alegría.


Los críticos tendrán, sin duda, alguna dificultad para la apreciación de esta música, en relación con tema tan inusitado. Pero sabrán salir del paso, porque la crítica, al decir de  Bartrina, no es un microscopio aplicado a la cara de una hermosa, sino un telescopio… ¿No están las narices de todas formas en la música de Tiomkin? Las narices triunfales, aguileñas y respingadas; las caídas e insolentes; las desvergonzadas y filudas, las movibles y voladoras, todas retratadas en melodías, escalas cromáticas y acordes. Se podría decir que es una música ultra-futurista, pero este término ya cae en desuso. Más bien podría considerarse como ultra-humana y nada más. Alguien nos decía que antes de escuchar esta música de la nariz de Tiomkin era prudente beber una fuerte dosis de cordial o tragarse una tableta. De todos modos, la nariz está, en la actualidad, romántica y musical, después de desprecios milenarios.

Recopilación por: Alejandro Glade R.

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