Por: Victoriano Reyes Covarrubias.
La música de la nariz
no es la producida por el resfriado. Y aunque nos parezca extravagante, el
compositor Tiomkin ha escrito una
sinfonía para piano y orquesta, tomando
como tema la nariz. El vulgar apéndice no está colgado del pentagrama para risa
de las gentes, sino para despertar la delicadeza emocional.
Cyrano |
Esto de la nariz se ha puesto de moda con las modernas
versiones cinescas del Cyrano. El Dr. Harold Holden ha escrito un libro acerca de la nariz en fisiología, psicología, arte,
teatro y folklore. Después de la lectura
de sus páginas se siente un gran cariño por el apéndice nasal y dan deseos de
poseer varios de ellos. ¿Acaso la famosa Claudette Colbert no agradece a su nariz el haber
conocido al médico que hoy es su marido? Jimmy Durante aseguró su espolón a
igual que el difunto Fields su asombrosa “papa irlandesa” .Bob Hope, cuando
estuvo en Chile, declaró que su nariz de ski le había dado sus mejores triunfos
artísticos. ¿Qué de extraño tiene, entonces, una composición musical a base del
apéndice en cuestión?
El lado emocional está en la reacción psicológica que se experimenta
ante las formas nasales. Un amigo, hace algunos años, se convenció de que a su
hija había que cambiarle este apéndice. Acudió al experto en cirugía estética,
un verdadero Fidias de la carne humana, y éste,
a su vez, convenció a la niña, la que ahora es otra en lo físico y en lo
moral. El padre de la transformada sufrió también un cambio fundamental. A
menudo repetía el acorde mental de su sinfonía de progenitor: “Parece que
tuviera otra hija”. Y luego seguía con una serie de arreglos emocionales. La
niña, por su parte, llevaba, de repente, un contra canto mezclado con la
melodía vital de su alegría.
Los críticos tendrán, sin duda, alguna dificultad para la
apreciación de esta música, en relación con tema tan inusitado. Pero sabrán
salir del paso, porque la crítica, al decir de Bartrina, no es un microscopio aplicado a la
cara de una hermosa, sino un telescopio… ¿No están las narices de todas formas
en la música de Tiomkin? Las narices triunfales, aguileñas y respingadas; las
caídas e insolentes; las desvergonzadas y filudas, las movibles y voladoras,
todas retratadas en melodías, escalas cromáticas y acordes. Se podría decir que
es una música ultra-futurista, pero este término ya cae en desuso. Más bien
podría considerarse como ultra-humana y nada más. Alguien nos decía que antes
de escuchar esta música de la nariz de Tiomkin era prudente beber una fuerte
dosis de cordial o tragarse una tableta. De todos modos, la nariz está, en la
actualidad, romántica y musical, después de desprecios milenarios.
Recopilación por: Alejandro Glade R.
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