viernes, 14 de agosto de 2015

Veraneo


V.R.C.
Las personas que no pueden salir a veranear por múltiples motivos, quedan anclados como lanchones viejos en la bahía monótona de la gran ciudad. La falta de dinero, el permiso que no se consigue, el feriado legal que no coincide con la  época de calor, los compromisos que no sueltan,  es decir, si se logra el dinero hay que pagar primero las cuentas, y después, si sobra, entonces… Y si no sobra nada, quedar con el ánimo achicharrado, molido, mientras en sueños se escucha el romper de las olas en la playa.

Podemos ver por las calles a estos seres que llevan su infelicidad a cuestas. ¿No será un fenómeno psicológico, aunque salga humo de la espalda por los azotes del sol? El veraneo lo asociamos únicamente, por la palabra misma, con la estación estival y de allí el mareo de hierro que se impone ¿Por qué no usamos la palabra “vacaciones” para aliviar un poco la amargura. Las vacaciones pueden tomarse en cualquier época del año, aunque sea en invierno. Se dirá que esto constituye una  estupidez, pero es preciso salir del marco de hierro aunque algunos se disgusten.

Plaza de Iquique 1950
Nuestro país tiene zonas con climas diferentes. Cuando el invierno azota la zona central, el norte está magnífico. ¿Por qué no hacer un esfuerzo para dar vida a la zona norteña? Es claro que el transporte debe ser mejorado. Sin embargo, sabemos de un grupo de empleados  que piensa realizar el próximo invierno un viaje de vacaciones a Antofagasta, Iquique y Arica. Son empleados que no pueden salir ahora a gozar de “veraneo” por razones de trabajo y dinero, pero disfrutarán de “vacaciones” en el norte.


Las autoridades de turismo tienen en cuenta esto. Y hay propósitos bien fundados para mejorar el transporte y los hoteles para dar vida turística a las ciudades norteñas. ¿Por qué toda esa inmensa zona ha de estar abandonada? ¿Por qué las vacaciones deben estar monopolizadas por tres o cuatro puntos de la zona central. El mar es bello también en el norte y el Sol brilla y quema, cuando en el centro y en el sur los “veraneados” están dando diente con diente en los meses del crudo invierno.

Recopilación por: Alejandro Glade R.




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